Solo después de que el último árbol sea cortado...
Solo después de que el último animal sea asesinado...
Solo después de que el último mar sea contaminado...
Solo entonces sabremos que el dinero no se puede comer.
Únicamente si aprendemos a ver el valor de la naturaleza en sí misma, dejaremos de robarle vida. Debemos aprender a quererla y cuidarla, si queremos impedir destruirnos a nosotros mismos. La mejor herencia que podemos dejarle a nuestros hijos es amor, conocimiento y un Planeta en el que Puedan Vivir.